ESTAMOS DESAUSIADOS

Todo inició el día sábado en el que yo tenía que estar a las siete y cuarto de la mañana en Inpahu, a la llegada me encontré con Felipe, estaba sentadito en una de las mesas de la cafería, lo saludé y muy preocupada le pregunté si había hecho la crónica de la semana santa, me dijo que no y la verdad, me alivió demasiado, creí que era la única que no la había hecho, a las 7 y 40 de la mañana una compañera de cuyo nombre no me acuerdo , pregunta por Piedrahita, pero el aun no había llegado, unos minutos después volteamos a mirar hacia el salón y el estaba haciéndonos caras de que había llegado, algo así como un si buenas, ya llegué, nos acercamos hacia el y recibimos un caluroso saludo, incluso se interesó por saber que habíamos hecho en semana santa, todos respondimos y el quedó impactado al saber que la niña de cuyo nombre no me acuerdo era de Villavicencio.
Unos minutos después, el profesor nos pone a leer algunos textos, uno era de la página de la revista semana y los demás, los tenía guardados en su memoria y no los pasaba al computador, no sin antes enseñarnos su hazaña contra la transmisión de los virus informáticos, ya debían ser como las 8 y llegó Andrea con su risa loca y me preguntaba que había que hacer, yo le contestaba y le decía, lee y entérate tu misma, pues todos los textos que Piedrahita nos había hecho leer se trataban acerca de la de la fatídica noticia de que los Estados Unidos estaban desahuciando a la prensa, todos suspirábamos y hacíamos comentarios de que nos iba a tocar cambiarnos de carrera, pues los textos del profe nos mostraban un negro futuro a todos nosotros.
Como a las 10 de la mañana salimos a la cafetería a comer alguito, allí Pipe como de costumbre, pidió su empanada, Ángela llegó con sus nervios alborotados por los trabajos de redacción, Andrea se sentó en una silla que le daba miedo y las demás hablábamos sobre la compra de las arepas al lado de la cafetería, después de unas cuantas palabras, de nuevo a clase.
Llegó un mechudito como de unos 20 años a preguntar a Piedrahita, pero él no estaba y yo le dije que se demoraba unos diez minutos, al momentico llegó Piedrahita con el mechudo, que ya no era el mechudo, Sino que se llamaba Cristian, quien llegó a darnos la buena nueva respecto a su contratación en RCN y uno que otro concejo, tal vez eso, al contrario de los textos, nos subió un poco la moral y las ganas de continuar luchando,
Para finalizar, el conocido Piedrahita nos ponía unos trabajos, entre los cuales está esta crónica, Cristian que es un alumno de Inpahu entregaba sus trabajos y yo le decía a Pipe que todos habían salido como alma que lleva el diablo.