La semana santa o también denominada como la semana mayor, se asocia con la pasión, muerte y resurrección de Cristo, la semana santa inicia con la celebración del domingo de ramos que es la entrada de Cristo a Jerusalén en una asna, o tal vez, con los susurros de ir a pasear, a descansar, a disfrutar de las vacaciones cortas. En las películas de semana santa se muestra que Jesús ese día se enojó demasiado cuando se dio cuenta que los feligreses estaban tomando la iglesia como una plaza de mercado.
El lunes, martes y miércoles santo, por un lado se empiezan a invadir las iglesias de feligreses que acompañan la semana santa, se pelean las imágenes, comen pescado, asisten a procesiones, bendicen sus objetos y por el otro, se congestionan las vías con los viajeros que se desplazan hacia distintos rumbos.
El día jueves santo se celebran las de lecturas eucarísticas, y distintos rituales hasta el amanecer, eso en la iglesia, porque afuera los borrachos sonríen a carcajadas, las piscinas no dan abasto, y las cerveza se agota .
El día viernes, por la mañana se recuerda la crucifixión de Cristo, esto se hace por medio del viacrucis y por la tarde, se hace el sermón de las 7 palabras, este día se pone en la balanza las lágrimas, los rezos, el ayuno, la reflexión contra el trago, la rumba, el desorden la bulla etc.
El día sábado se conmemora el entierro de Cristo, se hacen celebraciones de medianoche, donde se da inicio a las pascuas y de paso, “se formaliza la fiesta en la que nadie se puede quedar sin un trago, porque paseo es paseo y se tiene que disfrutar”
El día domingo se rememora la resurrección de Cristo y de otro lado, se celebra el entierro de miles de ebrios que han conducido irresponsablemente y nuevamente empieza a congestionarse el tráfico, pues tanto feligreses como incrédulos vuelven a sus hogares.
Se acaba la época de reflexión, las procesiones, la congestión en las iglesias, las imágenes desfilando por las calles, la exposición de ramos tanto artificiales como naturales y regresa la rutina.
El lunes, martes y miércoles santo, por un lado se empiezan a invadir las iglesias de feligreses que acompañan la semana santa, se pelean las imágenes, comen pescado, asisten a procesiones, bendicen sus objetos y por el otro, se congestionan las vías con los viajeros que se desplazan hacia distintos rumbos.
El día jueves santo se celebran las de lecturas eucarísticas, y distintos rituales hasta el amanecer, eso en la iglesia, porque afuera los borrachos sonríen a carcajadas, las piscinas no dan abasto, y las cerveza se agota .
El día viernes, por la mañana se recuerda la crucifixión de Cristo, esto se hace por medio del viacrucis y por la tarde, se hace el sermón de las 7 palabras, este día se pone en la balanza las lágrimas, los rezos, el ayuno, la reflexión contra el trago, la rumba, el desorden la bulla etc.
El día sábado se conmemora el entierro de Cristo, se hacen celebraciones de medianoche, donde se da inicio a las pascuas y de paso, “se formaliza la fiesta en la que nadie se puede quedar sin un trago, porque paseo es paseo y se tiene que disfrutar”
El día domingo se rememora la resurrección de Cristo y de otro lado, se celebra el entierro de miles de ebrios que han conducido irresponsablemente y nuevamente empieza a congestionarse el tráfico, pues tanto feligreses como incrédulos vuelven a sus hogares.
Se acaba la época de reflexión, las procesiones, la congestión en las iglesias, las imágenes desfilando por las calles, la exposición de ramos tanto artificiales como naturales y regresa la rutina.
Estoy de acuerdo con lo que dice en la crónica, es muy cierto ya no sabemos si es semana de reflexión o de fiesta y lo mejor es que mas que una crónica informativa es reflexiva.
ResponderEliminarEs muy cierto pero dejaste de lado a los que no podemos hacer ningunade las dos cosas, el trabajo asi no la pone, pero para mi la culpa no es de los bares piscinas en fin, dice por ahi que la prostitutas existen no porque quieran sino porque ahi gente dispuesta a pagar por ellas.
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