EDITORIAL INPAHU

Lo que se vive en Inpahu.

¿Por qué Inpahu atrae a los alumnos con engaños? eso pensé cuando me dieron la noticia de que solamente me iban a aceptar el 20 % de la homologación, cuando ya había pagado el formulario de inscripción, pues anteriormente había preguntado el procedimiento que debía hacer para ingresar a la entidad y nadie mencionó nada de eso, solo se limitaron a insistirme en que comprara el formulario lo más rápidamente que pudiera, pues no habían muchos cupos, después me dijeron que me iba a ir muy bien en la homologación, mientras tanto ,la institución pasaba por un gran desorden en cuanto a la inscripción de materias, recuerdo que ni siquiera los alumnos de primer semestre tenían grupos donde ubicarse, pues la institución se limitó a llenar su bolsillo sin importarle la comodidad de los alumnos.
¿Acaso estar pagando por pertenecer a esta institución no nos da derechos para recibir lo que los estudiantes merecemos?, empezando por un trato digno a la hora de ingresar a la institución, parece que fuéramos objetos, está bien que los señores vigilantes pidan el carnet, pero háganlo con respeto, pero si ni siquiera algunos directivos saben cómo tratar a la gente, mucho menos los vigilantes.
Es entendible que en la universidad, así como en cualquier entidad perteneciente a una sociedad, existan reglas, dentro de las cuales obligatoriamente, debe haber derechos y deberes, pero creo que a mí me violentaron mis derechos al no decirme la verdad respecto al manejo que le da la institución a las transferencias externas desde un principio.
No comprendo por qué muchos alumnos nos hemos acostumbrado a callar un sin número de abusos que comente tanto INPAHU como otras entidades educativas, a veces nos comportamos como espectadores sin derecho a actuar en lo que es mas nuestro que de nadie, de esta manera permitimos que esto siga ocurriendo, parece que en la universidad opera la ley del silencio donde todo el mundo calla lo que piensa por temor a que tomen represalias en su contra.
Finalmente, creo que de seguir así, próximamente, seremos las marionetas tanto de la institución, como de la sociedad.